El viñedo de Los Tollos, propiedad de la familia Etxebarria, se encuentra en un altillo muy ventilado en el municipio de Villamediana de Iregua. El suelo es pobre en materia orgánica con abundante canto rodado que le aporta un buen drenaje. El horizonte superficial del suelo tiene unos 60 cm de espesor y la textura es franco arenosa.

Fue adquirido en estado de semiabandono y en clara amenaza de arranque (como sucedió con varios viñedos de su entorno) en noviembre de 2014. Se trata de una zona muy poco productiva tradicional de viñedo que ha ido perdiendo las viñas viejas para ser replantadas en zonas de mayor rendimiento productivo.

El viñedo de 39 años se adquirió en noviembre de 2014 en estado de semiabandono y con amenaza de arranque. Tras varios años realizando un enorme trabajo de recuperación, es una gran satisfacción rescatar y poner en valor un viñedo poco productivo que no era rentable para el anterior propietario y estaba a punto de desaparecer.

Hemos querido elaborar un vino artesano, que revele el bonito entorno de Los Tollos, con un mimo y una calidad que es complicado alcanzar a escala industrial.

vendimia manual en cajas de 8 kg. Selección de racimos en campo. Despalillado manual. La fermentación alcohólica se lleva a cabo en  un depósito de acero inoxidable de 1.500 litros de capacidad. Fermentación espontánea de grano entero hasta que la densidad alcanza 1010-1020; en ese momento se pisa y termina la alcohólica con 2 suaves remontados diarios solamente para mojar un poco el sombrero. Se trata de una elaboración muy poco extractiva, casi parece una infusión. 

Después de 10-12 días de encubado se realiza el prensado. El vino permanece 2 días en un depósito de acero inoxidable para que decanten las lías gruesas y posteriormente es trasegado a 3 barricas de roble francés donde desarrolla la maloláctica. Todos los movimientos del vino se realizaron por gravedad, no se utilizaron bombas en ningún momento del proceso.